PUNCIÓN SECA

Los puntos gatillo miofasciales (PGM) constituyen una de las causas de dolor agudo y crónico que han sido pasadas por alto e ignoradas con mayor frecuencia y, al mismo tiempo, representan uno de los cuadros dolorosos musculoesqueléticos más frecuentes. El dolor inducido por los PGM musculares representa una causa bien definida e independiente de dolor agudo y, especialmente, del dolor crónico que puede acompañar a los síntomas de otras enfermedades y que puede persistir mucho tiempo después de que se haya resuelto el problema original que inició el cuadro. Los PGM se pueden abordar de manera conservadora, con diferentes técnicas de terapia manual, y mediante punción seca.

¿Qué es un Punto Gatillo Miofascial?

Un Punto Gatillo Miofascial, desde el punto de vista clínico, se define como una zona del músculo que es hiperirritable, que generalmente se asocia a un nódulo o pequeño grumo dentro de una banda tensa palpable en un músculo esquelético. La dimensión del mismo puede ser desde un pequeño grumo a una zona más voluminosa en la musculatura, que además se encuentra más dura y más tirante que el resto de la banda tensa. Son dolorosos a la presión y, cuando es estimulado puede evocar dolor referido característico (el dolor se disemina o extiende siguiendo un patrón determinado, siempre el mismo para cada músculo) y fenómenos autonómicos; tales como sudoración, respuestas de espasmo local, piloerección...

¿Qué es la Punción Seca?

La punción seca se engloba dentro de una especialidad de la fisioterapia denominada FISIOTERAPIA INVASIVA, esta engloba el conjunto de técnicas fisioterapéuticas en las que los agentes físicos o los medios diagnósticos se aplican mediante procedimientos que requieren la inserción de un instrumento en el interior del cuerpo a través de la piel. Dentro de la fisioterapia invasiva encontraremos las diferentes técnicas de punción seca, electroacupuntura, EPI (electrólisis percutánea intratisular) o la electropunción seca.

La punción seca consiste en la introducción en el cuerpo de diferentes tipos de agujas a través de la piel, sin inyectar ni extraer sustancia o fluido alguno, es decir, usando tan solo el estímulo de esta inserción y los efectos que este estímulo provoque en el sujeto, con el objetivo de tratar diferentes patologías.

La punción seca la podemos usar en su modalidad superficial, en la cual la aguja no llega a tocar el PGM, si no que se queda en los tejidos que lo cubren, o en su técnica profunda, en la cual la aguja sí que atraviesa el PGM.

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